
ZIMRAH
Vuelvo a la oración
Donde se termina el mal y empieza la calma,
donde mis secretos son tuyos, Señor,
donde el corazón se sincera y escuchas
mi necesidad, oh Dios.
Donde existe un puente entre la tierra y el cielo,
donde mi silencio descubre tu voz,
donde en un instante conozco mi miedo
me abraza tu protección.
CORO:
Vuelvo a la oración porque allí yo te encuentro.
Vuelvo porque cada vez que llamo tú estás.
Mejor es un día en comunión con tu Reino
que mil años fuera de tu amor.
Cuando la maldad dirige mis pensamientos,
cuando la tristeza perturba mi fe,
cuando me distraigo y de ti me alejo
regreso porque yo sé
Que si humildemente se acerca tu pueblo,
si buscan tu rostro con el corazón
Tu responderás desde tu trono en los cielos
y sanarás su dolor.
Caminaré contigo
Con El estuve sin saber
que era el mismo que me acompañó
aquella tarde que pensé que muy sola estaba yo.
Y caminaba sin pensar
que el Rey del cielo a mi lado va;
entonces El me habló y fuego ardió en mi corazón.
CORO:
Si puedes verme aquí estaré,
si abres los ojos de la fe.
Y al caminar sin dudar tus pasos no tropezarán.
Y si hay un monte frente a ti
no pienses nunca en desistir.
Contigo ayer caminé, caminaré contigo hoy.
Pasaron años desde que lo vi
y así muy lejos de su amor yo fui;
y rechazando su voz caminé solo bajo el sol.
Más cuando lo necesité
me preguntaba si Jesús estaba allí;
entonces El me habló y fuego ardió en mi corazón.
Salmo 23
Cristo es mi pastor, nada me faltará,
en delicados pastos me hará descansar.
Y me pastoreará, mi alma confortará,
me guiará por sendas de justicia.
Aunque ande en valle de sombra de muerte
no temerá mi corazón,
porque yo sé que tú estarás conmigo.
Me infunde aliento tu vara y tu cayado,
oh Señor, tú estás conmigo.
Mesa prepararás delante, oh Dios, de mí;
y con aceite mi cabeza ungida es por ti.
Y ya mi copa está rebosando y ciertamente sé, Señor,
que bien y misericordia por siempre me guiarán
todos los días, a cada instante de mi vida.
Y en la casa de Dios
moraré por largos días (bis)
Aunque ande en valle de sombra de muerte
no temerá mi corazón,
porque yo sé que tu estarás conmigo
todos los días, a cada instante de mi vida.
Y en la casa de Dios
moraré por largos días(bis)
Amén (x3)
Santo
Santo, Padre glorioso,
venga tu reino a mí.
Fuerte, Grande y Piadoso
libra mi alma del mal, del mal.
CORO:
Porque tuyo es el reino y todo el poder,
y tu gloria por los siglos será, amén.
Y se haga en la tierra tu voluntad
como es hecha en el cielo.
Santo es tu gran nombre,
eres mi diario pan.
En tentación no me abandones
y mi pecado puedas tú perdonar.
Santo, Santo, Santo (bis)